La creación de la Teoría Kósmica Anímica Bidireccional (Teoría Kab), surge como resultado de mi investigación, cuando pude validar la hipótesis, que como efecto de las patologías padecidas por los sobrevivientes de las revoluciones y guerras mundiales en el S. XX, la ciencia ocultó, tergiversó o minimizó el conocimiento que completa la genuina humanidad del Ser.
Descubrí que esa “falta” de nociones esenciales dirige la energía hacia la involución humana, la enfermedad o la injusticia individual-familiar-social.
Que lo reprimido para “sanar” en aquel tiempo, sería la “cadena de significantes” o representaciones mentales básicas hoy desconocidas por la sociedad actual, la perteneciente a la especie humana modelada al inventar la escisión de la consciencia del Yo, a partir de lo que sabe y lo que no, lo informado u omitido en la educación.
Un sistema de creencias que basado en la “ignosis”, la falta del Saber esencial, el desconocimiento de las Leyes Naturales y cual ética las dirige, habría marcado la pérdida del Ser Real, dando origen al estado psíquico de la “zoofobia”, la realidad psíquica teorizada por el Dr. Freud cuando afirmo que “Todos somos neuróticos”.
Pero…. ¿Por qué la comunidad científica habría decidido y aceptado algo así?
Al hacerme esta pregunta, pensé…
¿Qué tendrían en común los pacientes de Freud, Lacan, y los míos en la actualidad?
Si la ansiedad es la disparadora de las neurosis y otras enfermedades psíquicas, entonces el común denominador podía encontrarse en las fobias y los trastornos de pánico.
Si los síntomas surgían por efecto de las acciones bélicas, de la delincuencia o la traición de las personas amadas.
Si lo siniestro, en la Teoría Psicoanalítica significó, que lo familiar se volvió desconocido.
Entonces, los síntomas nombrados pueden aparecer por decir SI a lo que debe ser NO, perdiéndose así la unidad energética con lo que se nominó Dios, la que siempre se manifiesta a través del bienestar.
Ante lo explicado afirmo, que las enfermedades surgen ante la violación al “Decálogo” (los 10 mandamientos: no matar, no robar, etc.). Que en tiempos de guerra éstas acciones al unirse a la energía del oponente, lo demoníaco, generaron colectivamente el terror al porvenir. Una realidad que habría inducido a los médicos a inventar soluciones de compromiso con la vida, logrando una sanación circunstancial de los sobrevivientes, alterando la verdad sobre el poder de la moral en el logro del bienestar.
De ello se desprende, que las conquistas egipcias, fenicias, griegas, romanas, las guerras religiosas, la inquisición, la expansión imperialista en Europa, la ocupación de África, India, América, la esclavitud, la revolución francesa, rusa, la I y II Guerra mundial, los gobiernos de facto, etc. todas serían acciones productoras de la extensa nosografía médica desarrollado a lo largo de la historia mundial.
Por lo tanto, haber estado en la contienda o entre los invadidos, haber sido refugiado o expatriado; se viva en democracia sin acatar la Ley, impediría también lograr la “salud” como resultado.
Y así, ubicando estratégicamente lo primero en el lugar de lo segundo, lo superficial como esencial y viceversa, se habría extraído el saber que es imprescindible conocer al finalizar el ciclo Karmico actual.
Tiempo apocalíptico en el que todo vuelve al principio para ser corregido y redimido, razón por la cual todo individuo deberá aprender el
Método VIDÆ para poder gobernar las Leyes Naturales desde la Ética, así como
aprendió evitar lo peligroso ante el funcionamiento de la Ley de Gravedad.
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